FRANCISCO QUIJANO Y SU PASIÓN POR EL ARTE Y LA CULTURA.
Por Orlando Peña Iparraguirre.
En las entrañas de la provincia de Pataz, donde las sombras de las ruinas de Nunamarca danzan con el viento, emerge la figura luminosa de Francisco Quijano Meléndez, un prodigio de Chilia cuya pluma y pincel han tejido una sinfonía de belleza y significado en la comunidad. Nacido entre las raíces de Pataz, su trayectoria artística fluye como un río que encuentra su cauce desde las profundidades de su alma hasta los fértiles valles de la imaginación.
En tiempos de pandemia, cuando las distancias se desvanecieron en el éter digital, tuve el privilegio de descubrir a Francisco Quijano. Inicié un viaje a través de entrevistas virtuales con escritores y poetas de la provincia de Pataz, y su participación fue como el nacimiento de una constelación literaria. A través de la pantalla, sus palabras resonaron con una cadencia poética, desafiando la virtualidad para convertirse en un vínculo tangible.
En el año 2021, Francisco Quijano dejó su huella en Huarichaca durante el "I Encuentro de Escritores Patacinos". Las palabras, como mariposas de tinta, danzaban en el aire, y fue allí donde recibió la distinción de "Escritor Patacino del Bicentenario". Este honor, más que un título, se convirtió en un eco etéreo que resonó en los cerros y valles, una llama literaria que ilumina el camino de las generaciones venideras que aman la cultura.
Desde entonces, Quijano ha sido el embajador de Pataz en el Festival Internacional de Poesía y Declamación en todas sus ediciones. Su pluma, como un río que abraza diversas orillas, ha llevado la esencia poética de su tierra natal a corazones alrededor del mundo.
El año 2023 marcó un hito cultural en la provincia. En abril, inauguramos las Bibliotecas Familiares, faros de conocimiento que convierten a Huarichaca en una comunidad pionera al contar con el proyecto de Bibliotecas Familiares. Francisco Quijano, con su amor por el arte y la cultura, desafió las distancias y las inclemencias del tiempo para llegar a este rincón del Perú profundo. En caravana, bajo la lluvia y por un camino cubierto de barro, nos dirigimos a Cielo Andino para inaugurar la Biblioteca que lleva su nombre: "FRANCISCO QUIJANO MELÉNDEZ". Este gesto no solo habla de su compromiso con la cultura, sino también de su espíritu aventurero, dispuesto a explorar caminos nuevos.
Expreso mi profundo agradecimiento a Francisco Quijano por su apoyo constante a nuestros proyectos. Su presencia y contribuciones no solo nutren nuestras bibliotecas, festivales y demás actividades, sino que también enriquecen el tejido cultural de nuestra comunidad. Le auguramos éxitos continuos en su viaje literario, llevando consigo la bandera de la Asociación de Docentes de Arte y Artes Plásticas del Perú (ADAYAP) y del círculo literario cultural NOKANCHI KANCHU al cual pertenece y participa con entusiasmo.
Quijano no solo es un escritor consumado, sino también un defensor de las artes en todas sus formas. Su liderazgo en la Asociación de Docentes de Arte y Artes Plásticas del Perú (ADAYAP) lo trajo a nuestro Tayabamba, donde inauguró un homenaje universal al ilustre poeta Luis Valle Goicochea en el 2021. A través de una exposición de cuadros de pintura, Quijano demostró que su creatividad no conoce límites, extendiéndose más allá de las palabras.
Adicionalmente, la participación de Quijano Meléndez en diversos eventos de culturales es una sinfonía que resuena en los valles y cerros de nuestra tierra. Su compromiso con la preservación y promoción de la cultura local va dejando una huella imborrable en cada palabra compartida y cada verso recitado.
Francisco Quijano Meléndez no solo es un escritor y artista, sino un alquimista cultural que teje puentes entre el pasado y el presente, entre lo virtual y lo tangible, entre la lluvia y el sol que ilumina los horizontes de la provincia de Pataz. Su legado es más que un reflejo en las páginas de la historia; es un poema que se escribe con cada paso que da, cada palabra que compone y cada biblioteca que inaugura.